miércoles, 1 de agosto de 2007

Modern life


Todos tenemos nuestros ratitos de preguntarnos sobre a qué vamos, para qué y, sobre todo, por qué. Sí, son pocos y nadie quiere hablar de ellos a no ser que sean las tantas de la mañana y la conversación con un gran pedo ha desvariado al punto en que esos temas salen. En algún momento de reflexión(no hablo de ir al water con la revista de El Jueves, sino una mijilla más profundo), me gusta analizar a la gente, su vida, el aspecto sociológico en un futuro, que ya se ha convertido en presente, de aldea global. Sentimos la necesidad de estar conectados, mandar un mensaje hacia afuera. Ya sea por nuestra ropa, nuestra casa, nuestro coche, nuestro blog, el iPod de nosecuantos gigas. A la vez queremos que esa conexión nos produzca estímulos, cuanto más variados mejor.

En el primer número de este año de El País Semanal encontré un genial artículo de Vicente Verdú que me llamó mucho la atención, con muchas verdades(aunque las verdades están para desmontarlas). Aquí os dejo unos extractos:

El futuro está en la piel

El mundo se hace persona. El personaje escogido por Time para este año es you(tu,vosotros). Es decir, el cosmos de conexiones interpersonales que ha desarrollado Internet y mediante el cual "el otro" de la relación no proviene de un lugar cercano, sino de cualquier lugar, por remoto que sea.
En esta nueva trama social no hay familias, ni esposos, ni amigos íntimos, ni vecinos o conocidos para toda la vida. La existencia de cada uno, que antes pugnaba por un destino fijo ha devenido en el deseo de vivir varias vidas, una tras otra o, en ocasiones, como demuestra la Second Life, acaso a la vez.

Hasta hace poco, al sinvergüenza se le identificaba por llevar una doble vida. Actualmente, el que no la tiene pasa por ser un limitado o menesteroso. La cultura del consumo ha creado una íntima relación con lo cambiante, lo fragmentario, la instantaneidad, la aventura. Igualmente, su instrucción sobre la degustación de los objetos ha conducido a una masiva degustación de las personas.
La degustación permite eludir el conflicto de una rlación directa e integral al modo de aquellas parejas empeñadas en ser uña y carne. Los individuos se entregan a una experiencia, cuanto más surtida y sustituible mejor. Raíces de menor peso autorizan a volar más.
Miles de conocimientos en superficie y no cientos en profundidad. A la cultura intensiva del libro sustituye la cultura extensiva de las pantallas.

El mundo se ha poblado de incontables estímulos, y su comprensión solo es posibe leyendo superficies.

Toda maraña de tejido humano constituye la potencia para lanzar a la Tierra a un futuro más superficial, pero más extenso, más múltiple. A lo profundo y reducido sucede lo más amplio y epidérmico. ¿Una calamidad? Paul Valéry lo vería de otro modo: "Lo de mayor calado en el ser humano se halla en la piel"


Junto a la lectura de este artículo, propongo escuchar esta canción de Unkle y Richard Ashcroft por dos motivos: primero porque, en mi opinión, son paradigmas del DJ y el cantante moderno, respectivamente. Y segundo, su letra define una contra que puede tener la vida moderna, la soledad, pues mil relaciones en superficie no son mejores que una a fondo, no, no, no me lo trago.

1 comentario:

Elena Laguna dijo...

Pues no, yo tampoco me lo trago.
La verdad es que internet ha cambiado totalmente nuestras relaciones, gracias al messenger, a los blogs, fotologs y todo este tipo de cosas conocemos a mucha gente que viven a kilómetros de nosotros, que de otra manera no habrían entrado nunca en nuestras vidas. En algunos casos pueden salir grandes amistades, en otros conocidos con los que compartimos ciertas aficiones y gustos.
Pero si ya es difícil cuidar una amistad en persona... ¿cómo cuidar una amistad en la distancia, a través de una pantalla? yo hace poco más de medio año que abrí mi flickr y he conocido gente con la que hay un punto álgido de comentarse fotos, de hacer bromas, de parecer que los empiezas a conocer, cuando un buen día te cansas y no eres capaz de mantener esas relaciones virtuales, con personas de carne y hueso pero que en realidad no son más que fotos y comentarios.
Conocer superficialmente a mucha gente parece que es lo que se lleva ahora, cambiar, ser una persona, y luego otra, tener otro nombre, otra personalidad, escribir lo que nos pasa por la cabeza para que alguien lo lea y reaccione a nuestras palabras, crear y mostrarlo, decir a todo el mundo lo que sentimos, como nos sentimos...
Proclamar lo que somos, o lo que queremos ser. Así nadie tiene que esforzarse demasiado por conocernos. O por creer conocernos, porque en el fondo sigue siendo tan difícil antes.

buen artículo sí... da para pensar.